Hay pocas personas vivas que hayan vivido una Guerra Mundial.
En algunos casos, los países han vivido una guerra local. A pesar del apoyo y las sanciones de otros países, realmente no se involucran. La realidad es que no hemos aprendido a pensar primero en el cliente, ni siquiera en el mundo. Tendemos a trabajar en el vacío -yo primero- y quizá por eso tendemos a ignorar las normas y el sentido común, mientras otros nos superan.
Bueno, ahora tenemos una guerra mundial contra una pandemia y la recuperación de Covid-19 a nivel mundial. Cada continente, país, ciudad, suburbio, grupo, familia, individuo tiene que ser conscientemente responsable de atenerse a reglas sensatas y a la acción colaborativa. Igual que el descuido de una persona puede provocar el contagio de cientos y decenas de muertos.
El ganador de la guerra tiene que ser la vacuna y los ganadores serán aquellos países que vacunen a su población de forma precoz: Israel, el Reino Unido y Estados Unidos están muy por delante y sus vidas y economías se beneficiarán de la primera recuperación.
Eché un vistazo a cómo lo estamos haciendo los sudafricanos, ya que no se trata sólo de la actitud de la gente, sino también de una Logística y unos Sistemas eficaces que lo permitan.
El gobierno aprende de la experiencia Covid
Es loable y apropiado que el gobierno quiera gestionar y controlar el suministro nacional y la distribución de la vacuna Covid a la población. Pero en muchos países las buenas intenciones han puesto de manifiesto la incomprensión colectiva de los gobiernos sobre la «Cadena de Suministro». Si el Departamento de Adquisiciones se llama «Cadena de Suministro», eso es lo que hay – selección de proveedores y pedidos – el gobierno está aprendiendo que es una cadena con muchos eslabones y que los más difíciles de sincronizar son más que las adquisiciones. En muchos casos, gran parte de los procesos gubernamentales siguen dependiendo del papel y las firmas para que la mayoría honesta los siga, lo que pone de relieve que la contratación pública draconiana necesita una habilitación más adecuada del sistema real para gestionar también a los no tan honestos.
Vacunar a un país es un proceso global: comprar unos cuantos productos diferentes a un par de proveedores, importarlos y almacenarlos a granel. Añádase la adquisición de jeringuillas, EPI y otros materiales necesarios. A continuación, planificar cientos de cargas a miles de puntos de vacunación -todo ello en vehículos y equipos que mantengan unas condiciones de temperatura adecuadas (cadena de frío)- para que la cantidad correcta llegue al lugar adecuado en el momento oportuno. Mientras que otros coordinan a millones de personas para que se inscriban en línea y lleguen a estos puntos en la fecha/hora correcta de forma ordenada para ser vacunadas. Y luego hay que organizar al personal médico. Seguro que esto está enseñando al gobierno que las Asociaciones Público Privadas (APP) son esenciales para elevar las intenciones de planificación justa a ejecución efectiva. También está poniendo de relieve la necesidad de que los departamentos gubernamentales se sistematicen rápidamente. Parece el entorno ideal para añadir u optimizar un sistema de planificación de recursos empresariales (ERP).
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