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¿Qué es el cáncer de intestino (colon)?
El cáncer de intestino se refiere a un crecimiento de células malignas en el intestino grueso (ciego y colon), la última parte del intestino, o en el recto. Por eso es más frecuente hablar de cáncer de colon o cáncer de recto. También hay formas que empiezan en el intestino delgado, pero son muy raras.
El cáncer de intestino está muy extendido y puede ser mortal en algunos casos. Sin embargo, si se diagnostica a tiempo, hay muchas probabilidades de curación.
¿Cuáles son las causas del cáncer de intestino (colon)?
La mayoría de los cánceres de intestino (colon) son de origen esporádico, es decir, no tienen factores causales conocidos, pero el cáncer de colon puede formarse como resultado de una enfermedad inflamatoria intestinal crónica, como la rectocolitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.
Por otra parte, aproximadamente el 25% de los cánceres de intestino tienen su origen en una predisposición familiar: a menudo, quienes tienen parientes que han desarrollado este cáncer tienen más probabilidades de contraerlo, y existen trastornos genéticos particulares (síndromes) en los que la probabilidad de desarrollar cáncer es alta.
Existen pruebas de que las personas que siguen una dieta rica en fibra y baja en grasas tienen menos probabilidades de desarrollar este tipo de cáncer que las que no siguen este tipo de dieta.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de intestino (colon)?
El cáncer de intestino (colon) no tiene síntomas específicos, pero los signos de su existencia pueden ser la presencia de sangre en las heces, la sensación de tener que ir al baño aunque no haya verdadera necesidad de hacerlo (tenesmo rectal), la deformación de las heces, el estreñimiento repentino y pertinaz, y la aparición de estreñimiento y diarrea alternados.
¿Cómo se puede detectar el cáncer de intestino (colon)?
La detección precoz del cáncer de intestino (colon) puede aumentar considerablemente las posibilidades de curación. El problema es que esta enfermedad a menudo no presenta síntomas aparentes o pone de manifiesto síntomas -como falta de apetito, anemia, cansancio generalizado- similares a los de otras enfermedades abdominales o intestinales.
Por ello, es necesario someterse a un examen especializado cuando se entra en una de las categorías de riesgo, determinadas por la edad, los antecedentes médicos personales y los antecedentes médicos familiares.
La investigación más sencilla es la prueba de sangre oculta en heces (SOF), aplicable en todos los pacientes, recomendada a partir de los 45-50 años. En caso de positividad, tras una correlación adecuada con los datos clínicos, deben realizarse otras investigaciones (colonoscopia).
Si se pertenece a un grupo familiar con una predisposición particular o se padece una enfermedad inflamatoria intestinal crónica, también es necesario someterse a una colonoscopia a partir de los 50 años o 10 años antes de la edad del miembro más joven de la familia que haya desarrollado la enfermedad.
En los síndromes genéticos, la vigilancia debe ser más frecuente y desde una edad más temprana. De hecho, a partir de los 50 años, una de cada cinco personas presenta pequeñas lesiones. El descubrimiento de pequeños pólipos y lesiones no implica la presencia segura de un tumor: puede tratarse de situaciones benignas, debidas a estados inflamatorios, estreñimiento u otros pequeños problemas observados en el intestino.
¿Cómo se puede tratar el cáncer de intestino (colon)?
En los últimos años, los tratamientos del cáncer de intestino (colon) han mejorado y el porcentaje de personas que sobreviven a la enfermedad ha aumentado considerablemente.
El tratamiento depende del estadio de avance de la enfermedad:
si se encuentra en una fase inicial, se suele recurrir a la cirugía, que consiste en la extirpación del tramo de intestino afectado por el tumor y puede ser la solución definitiva al problema. La cirugía puede ir seguida de un periodo de terapia adyuvante, cuyo objetivo es evitar una recidiva, es decir, que las células formen otra lesión tumoral en la misma zona o a distancia
en cambio, si el tumor está avanzado, es fácil que haya afectado a otros órganos, en primer lugar al hígado. Debido a su extensión, es fácil que la cirugía curativa no esté permitida. En caso de metástasis a distancia, se plantean diferentes abordajes en función del estadio de la enfermedad: quirúrgico, quimioterapéutico, radioterapéutico.
¿Se puede curar el cáncer de intestino?
Sí, cuando el cáncer de intestino se diagnostica en fases tempranas. Los pólipos más pequeños -de no más de 3-4 centímetros- pueden extirparse mediante colonoscopia. En el caso de los de mayor tamaño, si no hay metástasis, puede bastar con la cirugía para su extirpación, que, aunque delicada y difícil de realizar, garantiza altas tasas de supervivencia.