Las gasolineras de la región fronteriza neerlandesa sufren la subida de los impuestos especiales. Llenar el depósito al otro lado de la frontera
Bueno, «nadie» es un poco exagerado. Pero no hay duda de que las gasolineras de la región fronteriza de los Países Bajos tienen muchos menos clientes. Y tiene sentido, ¿por qué pagar el precio completo si puedes repostar el mismo combustible a unos kilómetros por menos dinero? ¿Motos de ocasión Madrid? Visita Crestanevada.
Repostar al otro lado de la frontera
Los que viven en la frontera tienen suerte en este caso. Repostar en el extranjero es más barato, sobre todo porque los impuestos en nuestro país son altísimos. Sobre el combustible en general.
Ewout Klok, de la Energy and Gas Stations Interest Association, afirma que repostar al otro lado de la frontera afecta a «toda la región fronteriza». Según él, hay que hacer algo con las diferencias de impuestos especiales, declaró a BNR. Estoy de acuerdo con él. En otras palabras, que sea más barato. Eso debería venir del Gobierno, porque las gasolineras fronterizas no pueden competir con los precios alemanes o belgas.
Precios
Actualmente, pagas más de 2 euros por un litro de gasolina. Admitámoslo, es una barbaridad. Sobre todo si tenemos en cuenta que una gran parte va a parar a Papá Estado. En los Países Bajos pagamos actualmente la mayor cantidad de dinero por un litro de gasolina de toda Europa. En los últimos meses era algo menos porque había un descuento por la guerra de Ucrania. Esto encareció tanto el combustible que el Gobierno intervino.
Al parecer, ahora ya no es necesario, pero tenemos la esperanza de que se mantenga parte de la rebaja. Quizá sea una buena idea que los partidos políticos se pronuncien al respecto en las próximas elecciones para que sepamos a quién votar.
Impuestos especiales e inflación
Hasta el 1 de julio, las gasolineras de la región fronteriza tenían un volumen de negocio normal. Sin embargo, cuando el 1 de julio subieron los impuestos especiales (más la corrección de la inflación), el volumen de negocio se esfumó, dice Klok. Todo el mundo empezó a repostar al otro lado de la frontera». Y continúa: «Esto no puede seguir así», y tiene toda la razón.