El bypass gástrico es un tipo de cirugía bariátrica que consiste en reducir el tamaño del estómago y modificar el circuito alimentario mediante un «cortocircuito». Esta solución para perder peso produce resultados muy eficaces, gracias a su procedimiento. Mediante grapas y secciones, se aísla la parte superior del estómago del resto del órgano, creando una pequeña bolsa gástrica. A continuación, esta bolsa se conecta directamente a la parte media del intestino delgado. De este modo, los alimentos ingeridos evitan una gran parte del estómago, así como la parte superior del intestino delgado.
Esta operación de adelgazamiento reduce en gran medida la cantidad de comida que puede ingerirse, ya que el estómago se estrecha y el cortocircuito provoca una mala absorción de los alimentos, reduciendo así la sensación de hambre.
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¿Por qué se realiza?
El bypass gástrico se realiza para ayudarle a perder el exceso de peso y reducir el riesgo de sufrir problemas de salud relacionados con el peso potencialmente mortales, como:
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico
- Enfermedad cardiaca
- Hipertensión arterial
- Colesterol alto
- Apnea obstructiva del sueño
- Diabetes tipo 2
- Accidente cerebrovascular
- Cáncer
- Infertilidad
¿Cuánto peso puede perderse con la cirugía de bypass gástrico?
Los pacientes que se someten a una cirugía de bypass gástrico pueden perder hasta el 70% de su exceso de peso. Esto representa una pérdida media de 40 a 45 kilos. Esta pérdida de peso se estabiliza a largo plazo y se reduce el riesgo de recuperar peso, señala la Dra. Ana García Navarro, especialista en bypass gástrico Madrid.
¿Quién puede beneficiarse de la cirugía de bypass gástrico?
Para poder someterse a una operación de bypass gástrico, el paciente, ya sea adolescente o adulto, debe padecer obesidad severa, con un índice de masa corporal (IMC) mínimo de 40 kg/m2. Los pacientes con un IMC igual o superior a 35 kg/m2 pueden ser elegibles si presentan complicaciones relacionadas con el exceso de peso (hipertensión arterial, diabetes de tipo 2, apnea del sueño, enfermedades osteoarticulares incapacitantes, etc.). Además, el paciente no debe tener ninguna contraindicación y debe someterse a una preparación rigurosa durante al menos 6 meses antes de la operación.
Este seguimiento preoperatorio se traduce en consultas con un dietista para establecer una dieta adecuada, con el cirujano para una información completa sobre el proceso y las etapas, con un entrenador deportivo para reanudar la actividad física y con un psicólogo.
¿Bypass o manga?
La principal diferencia entre la manga gástrica y el bypass gástrico es que la primera consiste en una reducción del estómago, mediante una extirpación definitiva, mientras que el segundo es una desviación del circuito digestivo. La estancia hospitalaria es prácticamente la misma (de 3 a 8 días por término medio).
Al final, su cirujano decidirá si le remite a una cirugía de manga gástrica o a un bypass gástrico, basándose en sus consultas, su historial médico, sus hábitos alimentarios y el número de kilos que debe perder.
No hay un tipo de cirugía bariátrica que sea mejor que otro, ya que un tipo de operación puede funcionar muy bien para una persona y no tan bien para otra. Son muchos los factores que debe tener en cuenta un especialista, específicos para cada paciente, que podrá orientarle hacia la operación que mejor se adapte a su perfil.
¿Cuáles son los riesgos del bypass gástrico?
Las complicaciones asociadas a la operación de bypass gástrico son muy poco frecuentes (de hecho, la tasa de mortalidad es inferior al 0,5% de los casos): úlceras, fístulas, infecciones, mala cicatrización, etc.
¿Cómo se realiza la operación de bypass gástrico?
La operación de bypass gástrico se realiza bajo anestesia general y dura una media de 1 hora. Durante la operación, el estómago se corta en 2 partes: la primera, más pequeña, forma una bolsa gástrica, y la segunda, más grande, se deja en el abdomen. Los alimentos ingeridos ya no pasarán por la última parte mencionada y aterrizarán directamente en la nueva bolsa gástrica, más pequeña, que por tanto puede almacenar menos alimentos. De este modo, la sensación de hambre se dispersa mucho más rápidamente a la hora de comer. Debe reanudarse una dieta adecuada durante las primeras 4 semanas, por etapas y en cantidades pequeñas y divididas.
Después del bypass
Las comidas después de un bypass deben tomarse con suavidad, lentamente y en pequeñas cantidades, de 5 a 6 veces al día. A medida que pasen las semanas, su dieta cambiará de líquida a semilíquida y a picada, volviendo a la normalidad al cabo de 1 mes. Esto permitirá que su tracto digestivo se recupere de la operación.
Semana 1
Alimentación dividida (5 veces al día), sólo líquido, utilizando cucharadas. Evite las bebidas gaseosas o ácidas, que pueden causarle molestias.
Semanas 2 y 3
Alimentación semilíquida, de textura similar al queso fresco, fácil de comer. El objetivo es espesar gradualmente las texturas que ingiere para que su tubo digestivo se acostumbre de nuevo a hacer su trabajo con normalidad.
Semana 4
Comida mezclada/picada, similar a la textura de un puré, por ejemplo, o pescado y verduras bien cocidos. Coma despacio, en pequeñas cantidades, y nunca se fuerce.
Semana 5 y posteriores
Su dieta puede volver a tener una textura normal. Es importante que siga comiendo despacio y bebiendo fuera de las comidas. Ya puede dejar de comer en pequeñas porciones y volver a las 3 comidas diarias. Tenga cuidado de no forzarse, en cuanto aparezca la primera tirantez o sensación de malestar, debe dejar de comer.