Es el SUV premium por excelencia y el favorito de la marca AUDI en este codiciado segmento. Renovado (demasiado) ligeramente en 2017, la tecnología del Q5 ha evolucionado para esta segunda generación.
El nuevo aspecto sigue siendo muy estatutario, pero sin dejar de ser muy similar a su predecesor, se vuelve más dinámico. Este nuevo modelo no comparte ninguna carrocería con el que sustituye, puntualiza el concesionario Crestanevada Barcelona. Sin embargo, sólo el frontal ha cambiado significativamente, con un nuevo diseño más imponente de la famosa parrilla trapezoidal que ahora caracteriza a los SUV del fabricante de Ingolstadt. En el frontal, los faros de xenón o 100% LED (según el acabado) contribuyen a la asertiva personalidad de las líneas exteriores de esta segunda generación del Audi Q5.
El interior tiene un aspecto especialmente lujoso y está ricamente equipado. Entre ellos se encuentran el head-up display, la asistencia en atascos, la detección de peatones, el asistente para evitar colisiones y el control de crucero adaptativo inteligente (que incluye un sistema de conducción semiautónoma).
El Virtual Cockpit sustituye la instrumentación tradicional por pantallas digitales.Ofrece dos tipos de visualización. Por un lado, en la primera propuesta, el cuentarrevoluciones y el velocímetro. En la segunda, la pantalla presenta una vista progresiva con estos dos instrumentos relegados al fondo, mientras que el mapa de navegación, las pistas de audio y la guía telefónica están en primer plano. Estos dos modos se pueden ajustar desde el volante. Además, este SUV cuenta con una pantalla central de 8,3″ no táctil, que gestiona la navegación, la radio o el teléfono mediante un gesto con el dedo o un comando de voz. La única pega es que para disfrutar de todo este equipamiento hay que rebuscar en las opciones y aflojar el bolsillo (mucho) o elegir los niveles de acabado más altos (también un gran gasto).
Hay mucho espacio en las plazas traseras y el asiento corrido puede deslizarse (opcional) para aumentar el volumen del maletero, que puede abrirse eléctricamente. Si el asiento se pliega 40/20/40, la capacidad de carga puede alcanzar los 1.550 dm³.
El nuevo Q5 es más ligero, lo que mejora su manejo, y ahora puede equiparse con una suspensión neumática opcional. Es cómodo y suave en el modo normal. En el modo dinámico, se baja 15 mm para ser más… dinámico.
La ventaja de la suspensión neumática es que puede beneficiarse de un modo Offroad que eleva la distancia al suelo en 4,5 cm y proporciona al Q5 unas buenas capacidades fuera de la carretera. También puede contar con el nuevo sistema de tracción total Quattro Ultra, que puede transferir hasta el 100% del par motor a la parte delantera o trasera en función de las condiciones de adherencia. Otra ventaja de esta transmisión es que desactiva el eje trasero cuando no se necesita la tracción a las cuatro ruedas. Esto ahorra mucho combustible, ya que en condiciones normales sólo se activan las dos ruedas delanteras, con un frontal afilado y una dirección muy precisa.
El Q5 está disponible con tres opciones de motorización: diésel, gasolina o híbrido gasolina/eléctrico.
Los cinco motores de combustión que se ofrecen en esta nueva generación van desde los 150 hasta los 286 CV, con un nuevo cambio manual de seis velocidades, un S tronic de siete velocidades o un tiptronic de ocho velocidades.
Para el híbrido, se utiliza el motor 2.0 TFSI de cuatro cilindros de 211 CV, acoplado a un motor eléctrico síncrono de 54 CV (40 kW). Todo ello se combina con la transmisión automática ZF de ocho velocidades. Y no olvidemos la tracción total Quattro y las baterías de iones de litio de 1,3 kWh situadas bajo el suelo del maletero en lugar de la rueda de repuesto.
La presentación es muy cuidada. El comportamiento en carretera es dinámico y el confort es magnífico. Por otro lado, la evolución del diseño exterior es decepcionante y los precios, ya elevados de entrada, se convierten en una barbaridad en cuanto te sumerges en la larga lista de opciones.