Un dormitorio minimalista para un espíritu libre y tranquilo, ¿qué te parece? ¡Hoy te propongo una decoración luminosa, despejada y relajada para descansar después de un largo día! Cuando se habla de decoración minimalista, se hace referencia a un ambiente luminoso y despejado. Para ello, hay que tener en cuenta varias reglas para conseguir que una habitación sea totalmente fresca y luminosa sin dejar de ser confortable.
El objetivo de un diseño minimalista es mantener la habitación lo más despejada posible, sin descuidar el espacio de almacenamiento, señala Aldea Decoración. Por último, un dormitorio sigue siendo un lugar de relajación y descanso, por lo que es esencial mantener un aspecto acogedor y envolvente.
Por eso hoy te propongo estos cuatro pasos esenciales para crear un dormitorio minimalista perfecto.
Índice de contenidos
Paso 1: Almacenamiento
¡Vayamos al meollo de la cuestión abordando el primer paso! El primer paso antes de empezar cualquier reforma es ordenar y clasificar tus cosas. Sí, siempre acumulamos ropa, libros, accesorios y cachivaches de todo tipo. Sin embargo, esto sobrecarga una habitación y a veces resulta imposible moverse y descansar cómodamente. Por eso es importante ordenar lo que es imprescindible y lo que no. Lo importante es guardar sólo lo estrictamente necesario, como nos enseña el método KonMari.
Una vez realizada la primera ordenación, limítate a conservar uno o dos armarios y estanterías para guardar tus libros, ropa y todos los demás accesorios que te resulten imprescindibles. En cuanto a la estética, te aconsejo que optes por armarios finos o barras metálicas como armarios. Este truco te permitirá crear almacenaje y optimizar el espacio.
También es posible integrar un taburete a los pies de la cama para que haga las veces de mesilla de noche. Además de su utilidad, añadirá una nota estética. Aquí, por ejemplo, los propietarios han colocado un taburete redondo de madera, añadiendo un aspecto rústico a la habitación.
Opte por la discreción y la delicadeza
Los armarios y muebles sin tiradores funcionan igual de bien. Con su refinado diseño, los muebles resultan muy discretos. Este armario abierto de cobre combina a la perfección con el estilo decorativo deseado.
Por último, lo mismo ocurre con los armarios. Me gusta mucho este sistema de almacenaje. Una simple barra de madera o metal es suficiente para guardar vestidos, camisas y chaquetas. Luego sólo tienes que instalar una sencilla cajonera para colocar el resto de la ropa. Esta habitación minimalista es un ejemplo perfecto. De hecho, en una habitación con tonos nude, naturales y cálidos, se ha fijado una barra de metal al techo, mientras que debajo se ha colocado una discreta cómoda blanca.
Paso 2: Colores estratégicos para un dormitorio minimalista
La elección de los colores es una de las reglas de oro de la decoración. Sí, dependiendo de los colores elegidos, pueden tener diferentes efectos en la atmósfera de la habitación. De un tono a otro, la atmósfera puede cambiar por completo.
El objetivo de un dormitorio minimalista es mantener lo mínimo y hacer que la habitación parezca zen y relajante. Para conseguirlo, opte por colores sobrios, neutros y luminosos, como los tonos pastel, el blanco, el beige o el gris claro. Estos colores favorecen la calma, ideal para un dormitorio. Así que evita los colores vivos como el rojo, que te ponen agresivo y nervioso. Lo mismo ocurre con los dibujos y estampados, que pueden sobrecargar la habitación.
Por tanto, beige, marrón, topo o incluso rosa empolvado, estos tonos suaves son perfectos. Me gustan mucho estos dos interiores. En efecto, entre cortinas de lino beige, una alfombra bereber en blanco y negro o un taburete redondo de madera, el ambiente es extremadamente suave y ligero.
Además de los colores nude y cálidos, los tonos grises claros son igualmente adecuados. De hecho, el gris claro tiene la virtud de calmar una decoración a la vez que refleja los rayos de luz del sol. El gris es una excelente variante del blanco. Además, aporta modernidad a la habitación.
Paso 3: Un dormitorio minimalista y luminoso
Las paletas de colores son una cosa, pero para acentuar el aspecto limpio de un dormitorio minimalista, la luminosidad también juega un papel importante. La idea es eliminar todo lo que pueda impedir que la luz se difunda de forma natural. Ventanas clásicas, tragaluces en el techo o incluso ventanales, despeja el espacio circundante.
Por ejemplo, deja sólo algunos libros, lámparas o plantas verdes para animar la decoración.
Por otro lado, si eres aficionado a las cortinas, te aconsejo que en este caso optes por cortinas blancas claras. Su finura te dará la cobertura deseada sin impedir la difusión de la luz.
Paso 4: Muebles y accesorios minimalistas
¡El último paso son los accesorios de decoración! Deshacerse del exceso de cosas es una cosa, pero la decoración es otra. Para no caer en la monotonía y la austeridad, es buena idea añadir algunos elementos decorativos. Para ello, inspírate en el estilo escandinavo. Sí, tanto por sus tonos claros como por su espíritu puro y minimalista, es bueno vivir en su interior. Fibras naturales, madera, latón, cobre, metal, formas redondeadas y poco volumen, son perfectos para un dormitorio minimalista.
En un look total white, este dormitorio amplio y luminoso es sublime. Con su cama de matrimonio, su sillón de rayas azules y blancas, su mesa de centro de madera flotante y su lámpara de araña redonda de color beige, esta habitación es minimalista, elegante y refinada.