La pandemia ha puesto al descubierto muchos niveles de vulnerabilidad en nuestros sectores de fabricación y distribución.
Los pedidos no se atendieron por problemas laborales relacionados con la prevención de infecciones, pero también por problemas en la cadena de suministro global.
Y aunque ha habido una gran recuperación, las empresas siguen luchando con las restricciones de materias primas en China, India, EE.UU. y otros lugares. Además, si hay que sustituir proveedores, «esta transición tiene un coste».
Los costes reales y potenciales de la deslocalización
Aparte de las vulnerabilidades de la cadena de suministro, la deslocalización también presenta varias implicaciones de costes, algunas de las cuales a menudo se pasan por alto o no se tienen en cuenta. Y estos costes van en aumento.
Obviamente, la deslocalización conlleva costes añadidos de logística, aranceles e impuestos. La complejidad de las cuestiones legales y gubernamentales en otros países también reduce los beneficios. Aunque los aranceles pueden subir en cualquier momento, los problemas laborales y los conflictos comerciales pueden diluir los márgenes muy rápidamente. El aumento de los costes de producción no siempre puede repercutirse en los clientes para mantener unos precios competitivos.
Una cadena de suministro es tan fuerte como su eslabón más débil, y cada vez más empresas se plantean si el concepto de deslocalización es un punto débil demasiado fuerte para ignorarlo. ¿Busca un proveedor de servicios ERP para su empresa? Galdón Software puede ayudarle.