Es una forma estupenda de aprovechar al máximo el espacio optando por una cocina invisible. ¿Una cocina invisible, dices? Sí, sí, has leído bien, así es. Entre trampantojos, distribución, minimuebles y tabiques, hay muchos trucos para ocultar tu cocina y crear más espacio.
Este truco es ideal para espacios reducidos o para equipar un estudio de estudiantes. Moderna y atemporal, la cocina invisible está disponible en muchos formatos. Hay para todos los gustos. Además de estética y funcional, la cocina invisible es fácil de instalar. De hecho, en función del diseño que haya elegido, los trabajos de renovación son accesibles para todos.
Empecemos por el principio, con una de las versiones más clásicas: las puertas correderas. Existen dos métodos. La primera es integrar puertas correderas delante de los muebles de tu cocina para que queden ocultas.
La idea es jugar con el concepto. La idea es jugar con el concepto de tabiques más o menos grandes que cubran más o menos toda la cocina, en función del efecto deseado.
Esta primera cocina es un ejemplo excelente. Empotrada en la pared, parece como si la cocina se hubiera instalado en un armario. Además, las puertas correderas están integradas en la pared, por lo que no ocupan espacio. Las asas también son muy discretas. Me gusta mucho el aspecto de la pared. Las líneas finas, estrictas y rectas añaden refinamiento. Lo mismo ocurre con el revestimiento de la puerta. Revestida de negro mate, la textura ofrece un aspecto de diseño contemporáneo.
Además de estética, esta cocina invisible es muy funcional. De hecho, encontramos todos los utensilios y muebles esenciales. Horno empotrado, placa de cocción, encimera, frigorífico, estanterías y otros muebles de almacenamiento, hay todo lo que necesitamos.
Además, si le encantó esta primera versión de la cocina invisible, su realización está al alcance de todos. Sí, ¡no hace falta ser un gran manitas! Hay muchos tutoriales en internet y, si tienes dudas, no dudes en preguntar a un experto en la materia.
Es muy fácil de hacer. Para la parte de la cocina, coge todos los elementos básicos, una encimera, un horno, un frigorífico, estanterías y pequeños electrodomésticos para no sobrecargar el espacio. En cuanto a la fachada, opte por puertas correderas o de acordeón, según el aspecto y el estilo que desee.
Por último, en cuanto a los colores, ¡haga lo que quiera! Combina tu cocina con tu salón para armonizarlo todo, señala Aldea Decoración. Para conseguir un mayor contraste, mezcle los colores y las texturas de los tabiques desmontables.
Para un ambiente más sobrio y minimalista, inspírese en esta elegante cocinita. Las paredes grises, modernas y elegantes, armonizan a la perfección con los armarios de madera. Aquí, los propietarios han instalado un banco de hormigón contra el alféizar para ahorrar espacio. En armonía con los revestimientos del suelo, la decoración es fluida y armoniosa.
Otra ventaja de la cocina invisible es su capacidad para transformarse y mimetizarse con cualquier superficie. Por tanto, se adapta perfectamente a un estudio. He aquí un ejemplo excelente. Sobrio y minimalista, este estudio para estudiantes es sublime.
Las paredes grises combinan a la perfección con los revestimientos de los armarios. Una vez más, cuando las puertas están cerradas, nos encontramos ante un simple armario. Imposible imaginar que detrás se esconde una cocina.