¿Qué hace de la ciberseguridad un punto del orden del día para el Director Financiero actual?
Aparece Covid-19 y el consiguiente desplazamiento masivo de la mano de obra a los despachos de cocina y garaje. Día de paga para los piratas. Un informe de Interpol publicado en agosto de 2020 muestra un cambio significativo en el objetivo de la ciberdelincuencia, que ha pasado de los particulares y las pequeñas empresas a las grandes corporaciones, los gobiernos y las infraestructuras críticas. Puede que antes los directores financieros pudieran rehuir la ciberseguridad, pero ya no. La pandemia biológica de 2020 ha preparado el terreno para una ciberplaga.
Las ciberamenazas tienen un coste considerable. Algunos de estos costes -multas, rescates y pérdidas de ingresos por inactividad- son evidentes. Pero el consiguiente daño a la reputación puede traducirse en una pérdida de confianza de los clientes, caídas de los precios de las acciones y desplome de las valoraciones de las empresas. Corresponde al Director Financiero y a su departamento financiero poner número a ese riesgo.
Además, el director financiero y el departamento de finanzas ocupan un lugar de honor en el corazón de los hackers. Los profesionales de las finanzas están al tanto de los tipos de información que alcanzan los precios más altos en la red oscura de datos robados. Eso le convierte a usted, querido profesional de las finanzas, en un objetivo prioritario para todo tipo de ciberladrones en expediciones de phishing.
El departamento financiero suele ser el custodio del sistema ERP de la empresa. El gran impulso para implantar un sistema ERP es su funcionalidad centralizada: una base de datos compartida que soporta múltiples funciones y es utilizada por muchas unidades de negocio diferentes. La mayoría de las empresas almacenan datos muy confidenciales en sus sistemas ERP, incluidos resultados financieros, secretos de fabricación y datos bancarios que ayudan a la empresa a gestionar clientes, empleados y proveedores. Y esto convierte a su sistema ERP en un punto caliente para el robo cibernético de datos.
Además, las empresas necesitan que sus ERP funcionen en la fábrica, en el centro de distribución y en los puntos de venta. Esto convierte a sus ERP en dianas para los ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS).
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