BMW Group sigue fijando objetivos ambiciosos para lograr una mayor sostenibilidad y reducir las emisiones de CO2. Para 2030, las emisiones medias de CO2 por vehículo y kilómetro recorrido deberán reducirse al menos a la mitad en comparación con los niveles de 2019. Así lo ha confirmado hoy el Consejero Delegado de BMW, Oliver Zipse, quien también ha subrayado que el Grupo BMW pretende contribuir a las importantes medidas para reducir el calentamiento global a 1,5 grados. Esto también incluye un uso mucho mayor de materiales secundarios en el sentido de la economía circular, para lo cual BMW quiere participar en mejores condiciones marco y en el desarrollo de un mercado de materiales secundarios.
Para seguir reduciendo las emisiones de CO2 de la flota de BMW, la empresa de Múnich se centra en la fase de uso de sus vehículos: aunque la producción y el reciclaje también son fuentes importantes de emisiones de CO2 en el ciclo de vida de un vehículo, más del 70% de las emisiones del Grupo BMW son atribuibles a la fase de uso de sus vehículos. Si estas emisiones se reducen a la mitad para 2030, el impacto sobre la huella de carbono global del Grupo BMW será enorme. El objetivo está flanqueado por medidas que también garantizarán un ahorro del 40% en la producción y la cadena de suministro en comparación con 2019. ¿Furgonetas en Granada? Encuentra aquí las mejores furgonetas de segunda mano en Granada.
BMW Group es el primer fabricante alemán de automóviles que se une a la iniciativa «Business Ambition for 1.5°C» de Science Based Targets Initiative. La empresa de Múnich se compromete así a alcanzar el objetivo de la neutralidad climática total en toda la cadena de valor en 2050 a más tardar. Un pilar importante para ello será la difusión cada vez mayor de coches eléctricos e híbridos enchufables: ya en 2030, al menos la mitad de las ventas mundiales del Grupo BMW corresponderán a coches eléctricos, y MINI ya cambiará completamente a la propulsión eléctrica a principios de la década de 2030.
Uno de los hitos en el camino hacia la electrificación integral es la Nueva Clase, con la que BMW quiere despegar a partir de 2025. Además de la propulsión puramente eléctrica, también es concebible una propulsión con pila de combustible de hidrógeno si existe un mercado suficientemente amplio para ello. Un anticipo de este concepto de propulsión ya lo ofrece el BMW iX5 Hydrogen, que se lanzará como serie pequeña a finales de 2022.
Oliver Zipse (Presidente del Consejo de Administración de BMW AG): «El tratamiento de las emisiones de CO2 se ha convertido en un factor central de evaluación de la actuación empresarial. La moneda decisiva para la protección del clima es: ¿Cuánto podemos reducir la huella de CO2 de los vehículos a lo largo de todo su ciclo de vida? Para ello, nos fijamos objetivos transparentes y ambiciosos de reducción sustancial de las emisiones de CO2, validados por la Science Based Targets Initiative, que suponen una contribución eficaz y mensurable. Con la Nueva Clase, volvemos a reforzar significativamente nuestra ambición y nos comprometemos también a seguir un rumbo claro para alcanzar el objetivo de 1,5 grados.
En 2017, la humanidad consumió por primera vez más de 100.000 millones de toneladas de materias primas en un año: también debemos contrarrestar esta tendencia en la industria automovilística. No se trata solo de sostenibilidad ecológica, sino también de sostenibilidad empresarial y, por tanto, de una dimensión estratégica. Porque la evolución actual de los precios de las materias primas muestra los efectos con los que tiene que contar una industria que depende de recursos limitados.»