Durante trece años, la Kawasaki ZX-6R ha sido usada y abusada en las carreteras y circuitos del mundo. Lanzada por primera vez en 1995, la ZX-6R ha sufrido una serie de cambios técnicos y estéticos a lo largo de los años para convertirse en lo que es hoy. Tras una ligera excursión en una atípica cilindrada de 636cc, vuelve desde 2007 a una cilindrada más convencional y con esta cara que hoy conocemos.
Para conocer estos cambios y evaluar el potencial de esta moto deportiva, el concesionario de motos de segunda mano Crestanevada nos puso a disposición una ZX-6R 2008 durante una semana completa. En el muy competitivo mundo de las 600 Supersport, la Kawasaki ZX-6R compite con máquinas como la Honda 600 CBR, la Yamaha YZF-R6, la Suzuki GSX-R 600 o la única europea de la categoría, la Triumph Daytona 675… máquinas de pista vestidas de civil. Aunque hoy en día es difícil hacerse un nombre en este campo, un viaje por carretera parece ser la mejor manera de conocer…
Como he dicho en la introducción, el mercado de las 600 Supersport es muy competitivo y la estética juega un papel importante en la elección de la moto durante la fase de compra. Con rivales como la R6, la CBR 600, la GSX-R 600 y la Daytona 675, la Kawasaki ZX-6R 2008 casi parece una moto sosa en este sentido. Y no es el cambio a los faros lenticulares en forma de gotas de agua que enmarcan la entrada de aire forzada (Ram Air) o el trabajo en la parte trasera lo que ha cambiado el trato.
Por supuesto, los gustos y los colores son sentimientos personales y cada uno de nosotros tiene su propia opinión al respecto. No hay duda de que algunos encontrarán esta ZX-6R muy bonita… pero esa no es la cuestión.
Parece una moto, tiene el chasis de una moto, pero está impulsada por un variador. Entonces, ¿el innovador modelo de las fábricas de Aprilia también sabe a moto? Al ofrecer un híbrido que combina la practicidad de un scooter con la emoción de un roadster, la marca italiana busca atraer nuevos clientes en un segmento sin competencia. Después de haber sido atraído por la tentadora silueta del Mana, la cuestión es si quedará satisfecho una vez que se ponga al volante. Así que vamos a ello.