Al parecer, la fiscalía de Múnich ha concluido en gran medida sus investigaciones sobre el software defectuoso de los motores diésel de BMW. Según informa el Süddeutsche Zeitung, no se descubrió ningún fraude, ninguna manipulación y, en general, ninguna mala conducta comparable al escándalo de VW. Al parecer, el Grupo BMW pudo demostrar de forma creíble que el software instalado erróneamente en un total de 7.600 vehículos se debió efectivamente a un error humano, pero en ningún caso a una manipulación deliberada o a intenciones fraudulentas.
A cambio de una multa de 10 millones de euros, la fiscalía está dispuesta a abandonar la investigación. Esto convertiría el descuido en una chapuza muy cara para el Grupo BMW, pero en comparación con las multas por manipulación deliberada en otros fabricantes de automóviles, la cantidad es extremadamente baja: Volkswagen paga cien veces esa cantidad como multa sólo en Alemania, y siguen en curso numerosos procedimientos contra personas responsables. Los mejores coches segunda mano en Crestanevada.
La base de la multa, de «dos dígitos mínimos», sería la ley de infracciones administrativas, porque el Grupo BMW incumplió sus deberes de supervisión al instalar el software equivocado. Si los responsables hubieran mirado más de cerca y prestado más atención, la fiscalía cree que el error no se habría producido.
Aún no está claro si el Grupo BMW aceptará la multa de 10 millones de euros o si preferirá acudir a los tribunales. En este caso, la fiscalía tendría que demostrar que el descuido constituyó una infracción sancionable de las obligaciones de supervisión.
En febrero, el Grupo BMW informó a la Autoridad Federal Alemana de Transporte por Automóvil (Kraftfahrtbundesamt) de que aproximadamente 11.000 vehículos de los tipos M550d y 750d con motor diésel Triturbo podrían haber tenido instalado por error el software incorrecto durante las actualizaciones de software en los talleres. El número de vehículos realmente afectados se ha reducido desde entonces a 7.600. El software erróneo estaba destinado a otros modelos con el mismo motor, por lo que el sistema de depuración de gases de escape se puso a punto con una configuración diferente de elementos de limpieza. El software erróneo no aportó ninguna ventaja ni en la práctica ni en el banco de pruebas, por lo que una manipulación deliberada parecía inverosímil desde el principio.