Alain Prost, cuatro veces campeón de F1, cree que el problema de Renault (Alpine) está en la cúpula, en la figura de Laurent Rossi.
Lo que era evidente desde hace tiempo en la redacción ha sido confirmado ahora nada menos que por Alain Prost. En Alpine, las serpientes pululan por la hierba. No podía ser de otro modo con una rotación de personal tan elevada. En el pasado reciente, Frederic Vasseur, Cyril Abiteboul, Nick Chester, Marcin Budkowski y el propio Alain Prost ya han sido expulsados. Este fin de semana, podemos añadir a Alan Permane, Pat Fry y Otmar Szafnauer a esa lista. ¿Motos de ocasión Madrid? Visita Crestanevada.
Que hay un ambiente de trabajo gélido en Alpine (antes Renault) también quedó claro con la saga que rodeó a Piastri y Alonso el año pasado. Nunca es buena señal que ni un viejo campeón (con Renault) ni un joven talento quieran correr para un equipo de fábrica de F1. Alpine ha vuelto a caer en el fango. Desde su reincorporación como equipo de fábrica tras tomar el relevo de Genii, la escudería ha terminado invariablemente en torno al quinto puesto en el Campeonato del Mundo. Los esporádicos podios de Ricciardo, Alonso y Ocon han sido el único botín. Este último también ganó una carrera, pero fue más suerte que acierto.
La actual ronda de dimisiones viene acompañada una vez más de innecesarios remilgos. Ted Kravitz es un periodista más conocido por considerar a Hamilton ocho veces campeón. Pero aporta un punto válido a la mesa. ¿Por qué ahora, justo antes de la carrera en Bélgica, se produce este último anuncio? Se podría haber hecho antes, pero sin duda también el lunes después de la carrera. Es entonces cuando empiezan las vacaciones de verano y el revuelo mediático sería mucho menor.
Parece como si quisieran humillar deliberadamente a los cabezas de cartel. E ignorando el hecho de que al nuevo líder (¿interino?) Bruno Famin también le están metiendo innecesariamente un cubo de cámaras en la cara con preguntas incómodas. Para Bruno, entrar por las buenas no es una opción.
Tras el «plan quinquenal» de Cyril Abiteboul para que Renault volviera a ser campeón, el director general de Alpine, Laurent Rossi, ideó el «plan de las 100 carreras» al cabo de cinco años. Se suponía que así Renault, que ahora se llama Alpine, sería campeón en 100 carreras. Ahora hay unas 20 carreras al año, así que las calculadoras rápidas ya se habían dado cuenta de que todo esto sonaba bastante familiar.
Sin embargo, tras siete años de dificultades, ahora está claro que los jefes de equipo no son el problema. El problema está en las altas esferas de la organización. Ahí es donde encontramos a Laurent Rossi (director general de Alpine) y Luca de Meo (director general de Renault). Ambos interfirieron regularmente, como siempre hacen, en los asuntos del equipo de F1. A pesar de que las ventas de Alpine en la calle tampoco van muy bien. La F1 simplemente atrae a todo el mundo como un imán y, desde luego, a los hombres (h/m/i) que quieren ser importantes y llamar la atención.
Para el propio Rossi, por fin se ha bajado el telón. Se le ha destituido discretamente como Director General de Alpine y se le ha ascendido a otro puesto dentro del Grupo Renault. Según Alain Prost, no es demasiado pronto. El amable francés arremete con dureza contra Laurent en L’Équipe:
Durante mis años en Renault, escuché a menudo en la sede que la F1 es un deporte fácil. Un gran error, como demostró el último CEO Laurent Rossi. Laurent Rossi es el ejemplo perfecto del efecto backfire de Dunning: un líder incapaz que cree que puede superar su incompetencia mostrando su arrogancia y falta de humanidad al personal. El que fue jefe de Alpine durante 18 meses y creyó entenderlo todo desde el principio, mientras se equivocaba por completo de camino. Su gestión detuvo el impulso de 2016 para lograr podios y una victoria. Esperemos que la decisión tomada el viernes sea un golpe saludable para el equipo.
Alain Prost, nos cuenta lo que realmente siente por Laurent Rossi
Según Prost, Laurent es, traducido libremente, una medusa narcisista que se infla a sí misma actuando de forma extra mezquina con los demás. Es una pena que este tipo de persona suela llegar a lo más alto en las organizaciones. En fin, ahora Laurent también se ha ido. Dentro de cinco años podremos replantearnos si él era realmente el problema. O si el próximo vendrá con un plan quinquenal para sacar a Alpine de la depresión…