Lo que ocurre cuando se sufre una crisis es que a veces se acaba mejor de lo que se estaba al principio. Así lo afirma un estudio de PWC que muestra que, a pesar de que casi siete de cada diez empresas se enfrentaron al menos a una crisis importante en los cinco años anteriores a COVID-19, el 42% declaró haber salido de la crisis «en mejor situación».
Para los fabricantes, la pandemia ha desencadenado crisis de demanda y suministro, ya que las necesidades mundiales han cambiado rápidamente de golpe. En respuesta, hemos visto a los fabricantes pivotar hacia nuevos mercados a medida que las interrupciones se sucedían en cascada a lo largo de toda la cadena de suministro.
Pero esos choques y perturbaciones revelan algo más: dónde están las lagunas de nuestros procesos de fabricación. Nos dicen dónde podemos mejorar -y dónde podemos avanzar-, y una de las áreas más importantes son nuestros procesos de gestión de almacenes.
Así que, en medio de una crisis de esta magnitud, ¿cómo prepararse para el éxito tras la crisis? ¿Cómo unirse al 42% de empresas que salen fortalecidas?
Detenga las fugas de rentabilidad en su almacén adoptando la digitalización
Si espera a que termine la interrupción y comiencen los signos claros de recuperación antes de cerrar esas brechas en su empresa de fabricación, ya es demasiado tarde. Los procesos de almacén no optimizados aumentarán significativamente los costes y reducirán los beneficios. La transformación digital -en particular, con tecnologías que le den visibilidad de su gestión de almacenes y cadena de suministro- es una forma clave de dar a su empresa ventaja tanto durante como después de una interrupción mediante la optimización y la gestión eficiente de los recursos.
Cuando todo el mundo, dentro y fuera de la planta, tiene acceso a información en tiempo real sobre lo que ocurre en el almacén, se obtiene una ventaja competitiva:
Menos errores: En general, los humanos cometen un error de introducción de datos cada 300 caracteres. Las herramientas digitales capturan los datos automáticamente y en tiempo real. Así se evitan imprecisiones y problemas como la falta de existencias o los pedidos innecesarios.
Ahorra tiempo: La introducción manual provoca retrasos porque la información importante acaba en la bandeja de entrada de alguien o en un trozo de papel sobre su mesa. Por ejemplo, retrasos en la preparación y entrega de pedidos. El uso del procesamiento en tiempo real en su sistema ERP elimina la pérdida de tiempo y los retrasos.
Ahorrar dinero: Cuando el inventario es impreciso, se malgasta dinero, ya sea porque se pide más de lo que se necesita o porque se realizan pedidos urgentes debido a una escasez inesperada (¿le suenan ambas cosas?). La digitalización aumenta la precisión, lo que ahorra dinero.
Mejora de la satisfacción de clientes y empleados: Cuando el envío de un cliente se retrasa, o le faltan algunos artículos, o tiene los artículos equivocados, les causa frustración, junto con sus empleados que tienen que corregir el error en estado de pánico. Con datos de inventario precisos y en tiempo real, la vida de todos mejora: los clientes están más contentos (y gastan más dinero con usted), y los empleados son más eficientes y están menos estresados.
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